Sobrecargar una carretilla elevadora significa que el peso, el tamaño o la distribución del centro de gravedad de la mercancía transportada exceden el rango de parámetros operativos nominales para los cuales está diseñada. Esto incluye no solo la situación en la que el peso de la mercancía excede la capacidad de carga nominal de la carretilla, sino también casos como el exceso de volumen de la mercancía, que obstruye la línea de visión del conductor, y el desplazamiento del centro de gravedad de la mercancía, lo que afecta la estabilidad de la carretilla.

Los peligros de sobrecargar una carretilla elevadora
Grave amenaza a la seguridad: La sobrecarga altera considerablemente el centro de gravedad de la carretilla elevadora, haciéndola extremadamente propensa a volcar, lo que supone una grave amenaza para la vida y la seguridad de los operadores y las personas a su alrededor. Además, la sobrecarga también aumenta la distancia de frenado e incluso puede provocar fallos en los frenos, causando accidentes graves como colisiones.
Desgaste acelerado del equipo: Con una sobrecarga prolongada, componentes de la carretilla elevadora, como el chasis, el mástil y los neumáticos, soportan una presión excesiva, lo que provoca deformaciones estructurales y grietas en las soldaduras, lo que acorta significativamente su vida útil. Además, somete al sistema hidráulico a una presión excesiva, lo que provoca fallos como la rotura de la tubería de aceite hidráulico y daños en la bomba hidráulica, afectando así el funcionamiento normal de la carretilla.
Eficiencia operativa reducida: Cuando una carretilla elevadora está sobrecargada, es probable que falle debido a la carga excesiva, lo que provoca la interrupción del proceso de operación y afecta gravemente su fluidez. Incluso si no causa un fallo directo, la eficiencia operativa general puede verse reducida porque el operador necesita ajustar frecuentemente la posición de la mercancía o lidiar con situaciones inestables.
Enfrentando riesgos legales: En la mayoría de las regiones, la normativa exige claramente que las carretillas elevadoras operen según los parámetros especificados y prohíbe la sobrecarga. Si una empresa infringe estas normas, se enfrentará a riesgos legales y dañará su imagen y reputación.
